La mañana del 10 de Febrero comenzó muy tranquila. Luego de visitar una hermosa playa (con frutillas silvestres incluidas), nos embarcamos rumbo al Golfo Tres Montes, al Norte del Golfo de Penas. La navegación empezó como de costumbre: muchas cosas que ordenar, revisar mapas y planificar el viaje. Todo transcurrió bien hasta el medio día. Lentamente, el barco comenzó a moverse con mayor intensidad. Casi al medio día, Fernanda se sintió mareada y bajó a la cama. Cada segundo me sentía mas mareada por lo que decidí bajar a la cama (la peor decisión ever!!). Todo sucedió muy rápido. Bajé y de repente mucha agua cayó desde el techo. La escotilla había quedado abierta!!! Si bien eran unos pocos milímetros, fue suficiente para que todo quedara empapado. La escena era super patética. Fernanda y yo estábamos completamente mojadas, pero éramos incapaces siquiera de movernos de la posición en la que estábamos en la cama (así que permanecimos mojadas el resto del día). Durante las siguientes 5 horas, el barco se movería sin parar. Había momentos que debíamos afirmarnos de la cama de arriba para no caer de la cama. De vez en cuando escuché a Fernanda vomitar (luego me enteré que fueron 4 veces). Recién a las 11 de la noche pude salir de la cama. Alex estaba acostada en el living quejándose de su espalda comiendo papas fritas junto a Franco. Fernanda despertó con cara de espanto. Mas tarde, los chicos nos mostraron los videos del exterior del barco durante la navegación en el Golfo. Ahí supe que pasamos por olas en promedio de 3 metros y que las mismas condiciones del clima se repetirán por varios días mas.. Hoy volveremos a salir a aguas abiertas. Supongo que nada puede ser peor que ayer pero con el Golfo nunca se sabe
Ana